La princesa Laca

                                         LA PRINCESA LACA
                      En la lejana birmania

La hija de un humilde artesano llamado U Tin era muy hábil lacando todo tipo de objetos.
Lo que ella grababa parecía que cobraba vida en sus manos.
El Rey , si pasaba algo en su reino se entereba y se enteró de su fama.
Un ministro fué a buscarla a su pueblo y le pidió a U Tin que su hija trabajase para el rey.
La princesa Laca le pidió dinero para comprar oro y joyas para su trabajo y el ministro no se lo quiso dar.
U Tin se adentró en el bosque y encontró unos árboles con la mejor resina  que era un negro profundo y perfecto y la usó para trabajar.
Cuando se lo llevaron al rey y abrió una cesta, se encontró con escenas grabadas del sufrimiento del pueblo de Birmania y no le gustó.
El rey les castigó, a U Tin le echó del pueblo y a la princesa Laca la encerró en una prisión en la oscuridad.
La princesa Laca ni comía ni bebía, pero en vez de hacer sus lacados, lo decía con palabras.
Se fué sintiendo más ligera hasta que se convirtió en una nube.
El rey volvió a ver sus vasijas , pero no eran de ella, eran de los campesinos y cuando las rompió, en todos los trozos salía la cara de la princesa Laca.
Salió corriendo y se tiró al río.
Nadie le volvió a ver y todo volvió a la normalidad.