LA CASA DEL FIN DEL MUNDO

 Hola somos ¡los sin miedo!, cuatro amigos dispuestos a pasar miedo de verdad. Esta historia comienza en las vacaciones de verano… Álvaro estaba muy disgustado porque sus amigos no le respondían las llamadas. De malas maneras, fue a buscar a una de sus mejores amigas, Belén, quien estaba es su casa viendo la televisión. Álvaro, la invito a dar una vuelta mientras buscaban a David y a Cris, quienes no aparecían por ninguna parte. Al fin les encontraron, y Fernando, un niño del pueblo vecino, les invitó a pasar con él las fiestas de su pueblo. Fernando dio unas explicaciones a Álvaro de cómo llegar a su pueblo y emprenden su camino. Tenían un camino complicado con muchas curvas y muchos caminos distintos… claro que se perdieron, Álvaro debió de equivocarse en alguna esquina. Ellos pensaban que no podía ser peor, un sábado por la noche, perdidos y sin linterna, en medio de un bosque oscuro, pero no, se puso a llover a cantaros y Cris, no muy segura, afirmo que había visto una casa a lo lejos. Sonó un trueno, como si les indicase el comienzo de una carrera, y empezaron a pedalear todo lo rápido que pudieron. Por el camino a Álvaro se le estropeo la bici, lo que le empujó a ir corriendo hasta la casa del fin del mundo.